(Blog-Vocaciones 23/06/07) En medio de un ambiente de fiesta, la Hermana Carmelita, María Esperanza de la Santísima Trinidad ofreció su vida en plenitud a Dios y a la Iglesia por medio de la profesión de votos perpetuos.
La ceremonia se llevo a cabo en el Monasterio de las Madres Carmelitas Descalzas del Callao y presidida por el Vicario General de la Diócesis, Mons. Juan de Dios Rojas, acompañado de otros sacerdotes.
Asimismo estuvieron presentes familiares y amigos de la religiosa. Dentro de la ceremonia, la Hermana Maria Esperanza realizó los votos de obediencia, castidad y pobreza.
La alegría de esta joven religiosa de 24 años de edad, fue compartida por sus demás hermanas carmelitas quienes estuvieron junto a ella.
Momento importante dentro del rito fue cuando la hermana se postró rostro en suelo, mientras la comunidad presente rezaba las letanías de los santos. Este un signo de entrega total a la voluntad de Dios y a su intercesión para alcanzar la santidad.
Durante la homilía, Mons. Juan de Dios felicitó a María Esperanza por ser un ejemplo de desprendimiento al amor y a la voluntad de Dios. El Vicario General resaltó sus cualidades intelectuales y piadosas que desde pequeña fueron cultivadas por sus padres.
A la fecha este monasterio dedicado a la vida contemplativa acoge a 16 profesas solemnes de votos perpetuos, tres profesas de votos temporales, 3 novicias y cuatro postulantes.
En nuestra Iglesia particular del Callao el Monasterio de las Madres Carmelitas Descalzas nos garantiza esta fuerza interior de la vida contemplativa. Ellas son la “fuerza oculta” de la Iglesia. Son las mejores guardianas de su Obispo y de sus sacerdotes; y las primeras promotoras de las vocaciones sacerdotales y religiosas.
La ceremonia se llevo a cabo en el Monasterio de las Madres Carmelitas Descalzas del Callao y presidida por el Vicario General de la Diócesis, Mons. Juan de Dios Rojas, acompañado de otros sacerdotes.
Asimismo estuvieron presentes familiares y amigos de la religiosa. Dentro de la ceremonia, la Hermana Maria Esperanza realizó los votos de obediencia, castidad y pobreza.
La alegría de esta joven religiosa de 24 años de edad, fue compartida por sus demás hermanas carmelitas quienes estuvieron junto a ella.
Momento importante dentro del rito fue cuando la hermana se postró rostro en suelo, mientras la comunidad presente rezaba las letanías de los santos. Este un signo de entrega total a la voluntad de Dios y a su intercesión para alcanzar la santidad.
Durante la homilía, Mons. Juan de Dios felicitó a María Esperanza por ser un ejemplo de desprendimiento al amor y a la voluntad de Dios. El Vicario General resaltó sus cualidades intelectuales y piadosas que desde pequeña fueron cultivadas por sus padres.
A la fecha este monasterio dedicado a la vida contemplativa acoge a 16 profesas solemnes de votos perpetuos, tres profesas de votos temporales, 3 novicias y cuatro postulantes.
En nuestra Iglesia particular del Callao el Monasterio de las Madres Carmelitas Descalzas nos garantiza esta fuerza interior de la vida contemplativa. Ellas son la “fuerza oculta” de la Iglesia. Son las mejores guardianas de su Obispo y de sus sacerdotes; y las primeras promotoras de las vocaciones sacerdotales y religiosas.
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